domingo, 24 de enero de 2010

Empecé a 'pasearme' por los blogs de cocina casi por casualidad...


primero, cómo todo el mundo, entraba en las webs de los cocineros reconocidos buscando alternativas para darle variedad al menú familiar, después descubrí lo útil que puede ser internet para consultar alguna receta o alguna técnica culinaria. Más tarde esta actividad me llevó a fijarme en los blogs de cocina que hace la gente, en donde cuelgan sus recetas familiares, renovadas, inventadas y hasta plagiadas. Me pareció muy creativo y, aunque por supuesto que he encontrado muchos blogs de cocina hechos por hombres, comprobé que mayoritariamente es una actividad de mujeres, que al fin y al cabo el blog culinario no era más que una extensión de lo que solemos hacer habitualmente las mujeres: pasarnos las recetas de cocina con más o menos fidelidad. No falla. Tanto si vienen o vas a comer o a cenar a casa de alguien, o si en el trabajo alguna lleva algo para una celebración, siempre hay una mujer que suelta la frase ‘tienes que pasarme la receta’. Creo que esto obedece a que, aunque no es este mi caso, habitualmente la responsabilidad de la comida familiar sigue recayendo en las mujeres y esto las lleva a la búsqueda constante de la renovación del recetario, a la innovación con más o menos suerte, porque por otro lado he comprobado que no hay cosa más difícil de cambiar que las costumbres culinarias familiares, que cualquier nuevo plato, si quiere incorporarse, tiene que salir ‘por la puerta grande’, cómo los toreros, si no, cae definitivamente en el olvido.